martes, 2 de marzo de 2010

El viaje (Parte 1)

Me disponía a coger el toro por los cuernos. Estaba harta de andar de un lado para el otro sin sentido alguno. No podía contar con ellos y encima encontrar piso era, cada vez más, una tarea ardua y agotadora. Ya había pasado suficiente tiempo bajo aquella lluvia pesada, ya había tenido bastante por hoy. Para siempre.

Sin darme cuenta estaba allí esperando a verlas pasar, inmóvil, sin poder mover un solo músculo. Estaba decidido. La maleta lista. Y unos billetes a ninguna parte en mi bolso. No tenía nada preparado, pero estas cosas o se hacen así o acabas uniéndote al resto. Por otro lado, allí donde iba ya no iba a necesitar nada de todo aquello. Un juego de ropa de repuesto y mis cigarrillos de liar de 1.75 euros que ella me descubrió una noche cualquiera.

Antes de salir, en la puerta, me detuve. Esa sería la última vez que viera mi casa (y aunque no fuera mía, lo fue por un tiempo), todos los objetos que creí eran importantes para mí. ¿Cómo alguien puede guardar toda su vida en una casa de 50m2? Pensé en dejarle una nota, pero ya no tenía importancia. Y entonces, me marché.

No hay comentarios:

Publicar un comentario