miércoles, 9 de junio de 2010

“No he adquirido todavía un punto de vista político, religioso o filosófico. Cambio de opinión cada día y consecuentemente he de limitarme a describir cómo mis personajes aman, se casan, se alimentan, mueren y hablan.” — Chéjov.

martes, 1 de junio de 2010

Distrito 32 (Parte I)

Vendida y paralizada, había conseguido llegar a un destino, aunque no fuera el mío, aunque fuera la antítesis de aquello que había decidido en el momento de partir cuatro meses atrás. Formaba parte ya, con un mimetismo incuestionable, de todo aquel circo. Cual pinta y colorea, todos ellos —y a veces incluso yo también— se dedicaban a definir con trazados obscenos e imprecisos la vida de los demás.

Dicen que la primera idea siempre es la buena, y para mí, el primer plan que tuve en mente al llegar allí hubiera sido mi mayor acierto, mi mejor senda a seguir. Desgraciadamente, decidí ignorarlo pese a que todo me indicaba lo contrario.

Mi camino se volvió autodidacta, obviando mis valores y opiniones, tomando decisiones por su cuenta sin ni siquiera un ápice de consideración. Paradójicamente, mi camino decidió vivir sin mí. Je est un autre*. Ya ni las últimas noticias desfavorables me entristecían. Incluso, las explicaciones carecían de sentido alguno.

No dejaba de preguntarme cómo coño había llegado hasta allí. Supongo que fui obligada a saltar sin red y simplemente lo acepté.

*Cita de Arthur Rimbaud