viernes, 19 de marzo de 2010

Luthier

Era de lo más cobarde que había pensado nunca, aunque seguía intentando buscar abrigo allá dónde nunca hubo cobijo para ella. Asumía su culpa aunque siempre pensó que todo era mucho más fácil de lo que parecía a simple vista.

Mientras lo miraba, era incapaz de escuchar ni una sola palabra de lo que decía. No dejaba de preguntarse cual era la forma correcta de escribir Luthier. Absorta, miraba sus labios moverse. Intentaba descifrarlos.

—Lutier, Luthier, Luthiere… No tengo ni idea.— pensó. Se hundía cada vez más en su silla, mientras él era incapaz de callarse aunque sólo fuera por un minuto. Ella no era muy dada a hablar y él siempre hablaba demasiado.

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