miércoles, 16 de marzo de 2011

Adaptación al barco

Los primeros momentos siempre son los mas extraños, Joder! Todo se mueve! Y todo el tiempo! Pero después de vomitar 3 veces las cosas solo pueden ir a mejor. La tripulación es increíble, el capitán ha eliminado mi watch de la noche (vigilancias en turnos de 2h) para que pueda descansar y adaptarme al barco ya que soy la única que navega por primera vez.

No creo que pudiera vivir en un barco el resto de mis días. Amo tanto sentir la tierra bajo mis pies descalzos, bañarme en los ríos del norte y perder el aliento al sentir el agua helada chocando contra mis hombros mientras miro ese azul felicidad con el que tantos momentos he compartido. El olor a hierba recién cortada. Y el crujir de palomitas en los cines de verano. –pensaba, aunque todo es diferente ahora-. Los dos días siguientes fueron extraños, sentía una sensación de cansancio constante. Ir al baño suponía un gran esfuerzo. A partir del cuarto día empecé a sentirme yo de nuevo, los delfines venían a saludarme por la mañana cuando el mar aun estaba en calma durante el watch del amaneces (de 6h a 8h). Fue entonces cuando empecé a darme cuenta de lo que estaba sucediendo. Ya me había marchado, África aguardaba a la vuelta de la esquina, QUIEN PODRIA DAR LA ESPALDA A CRUZAR EL ATLANTICO EN VELERO?

It’s all about the journey.

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