domingo, 25 de octubre de 2009

Una Rookie más

Siempre creí que dejé de ser una niña el día que dejé de usar Licor del Polo Junior –sí, sí... aquel botecito de color fucsia con el cocodrilo de sonrisa infinita. Pero ni la frescura sabor a fresa ni mi Kinder Chocolate Maxi me hicieron crecer. Y aunque mi nuevo móvil última generación con conexión a Internet, Facebook y demás aplicaciones 2.0 me hizo dudar, no había duda de que allí sólo era una Rookie más.

Cuando entré por la puerta no pude evitar que una corriente de aire frío –que no fresco– entrara conmigo por la puerta principal. Siempre recuerdo el día en que encontré por primera vez la libélula. Con “México” gravada en el dorso. Y cuando insististe en no volver a verme. Pero allí estaba, sin nada nuevo que ofrecer pero mucho que decir. Pero no dije nada, como siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario